Uruguay accedió a los octavos de final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 como primero del Grupo A, con un registro de dos victorias y un empate. En ninguno de ellos concedió un solo gol.
"Venían demostrando su potencia defensiva. Son muy sólidos, muy compactos y muy fuertes atrás", reconocía algo frustrado el atacante mexicano Giovani Dos Santos tras el choque con los charrúas en declaraciones exclusivas para la FIFA.
A pesar de tener a Diego Godín, uno de los hombres fuertes de la zaga uruguaya, descartado por lesión, los sudamericanos se mostraron, una vez más, contundentes en defensa. Pudieron rechazar con éxito todas las ofensivas que sus vecinos del norte del continente emprendían.
"Estuvimos muy bien atrás. Llevamos unos buenos partidos en esa línea", indicaba el defensor internacional uruguayo Mauricio Victorino.
De hecho, el arquero titular de la Celeste, Fernando Muslera, tuvo que intervenir en apenas un par de ocasiones. "Sabíamos que la uruguaya era una buena defensa", confesaba Carlos Salcido, cuyas internadas por la banda se vieron frustradas por los charrúas más de una vez.
Un precedente alentadorUruguay no pasaba a los octavos de final de una Copa Mundial de la FIFA desde 1990, hace 20 años, y ahora lo hace con una estadística prometedora: en las fases de grupos de 1930 y 1950 no recibió gol alguno. En ambas terminó alzando el preciado trofeo.
"Ojalá sigamos con esa estadística", declaraba sonriente Victorino al escuchar el precedente. "Esperemos que continúe así", coincidía uno de los estandartes del equipo, el capitán Diego Lugano, al tiempo que destacaba no sólo la "potencia defensiva del equipo", sino también la ofensiva.
En palabras del técnico de Uruguay, Óscar Washington Tabárez, esta capacidad tanto en la punta como en la retaguardia les convierte en "un rival complicado de enfrentar para cualquiera".
"Es muy difícil jugar contra equipos como Uruguay", concedía el seleccionador rival, Javier Aguirre.
"La defensa es importante, pero también tenemos buenos atacantes, jugadores muy inteligentes...", remataba Tabárez. Estas cualidades tendrán que perdurar cuatro partidos más, si quieren volver a los años dorados del fútbol uruguayo.
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